viernes, 17 de agosto de 2018

DIARIO DE UNA LOCA


Y me preguntan: ¿qué será de esta niña que nace?
Yo la miro,
la miro…,
ella me sonríe, ingenua,
con un rayo de oro que te extirpa la vida,
que te nace, y te muere,
o que quieres morirte.  

Se remueve mi estómago,
ella es de verdad de oros,
y se nos fue olvidando…
-ya no me quedan lágrimas-
un nudo de tripas y cerebro me revienta,

se ha volcado la luna, así, de momento,
justo cuando disfrutaba mirándola…
Se ha volcado la luna y sin trozos de luna
es imposible que nos nazcan panes
en la punta de los dedos.

Una miseria impúdica me recorre la cara,
no sé cómo limpiarme,
me ensucia,
me percude las manos.
Justo así, tan injusto y tan frágil.

¿Dónde los locos que hacen del paraíso un manicomio
para que no reconozcamos la calumnia?

Duele, duele tanto el abismo,
quizás porque en él nada está su lugar,
todo arde lentamente,
acaso tan rápido que no lo vemos.
Se nos quema el amor
y nos vamos quedando
tan tristemente solos.

¿Qué será de esta niña que nace,
si ya le estamos llenando su carita
de adornos que se pudren?

¿Cómo diablos se salva a una flor?