lunes, 25 de abril de 2016

Ladear las algaidas...

Ladear las algaidas, romper los límites,
ser mar de joyería y la costa de tu naturaleza,
a tus ojos primavera amarilla, 
y el sueño excitante de tu noche de julio…
Que te embriague imaginar
cómo pulsa la tierra en mis adentros,
cómo se deshoja el alma
cuando el beso y las ansias prevalecen
y un brotar de resina, por el camino 
de tus manos abiertas, 
desemboca en mi orilla de arena íntima.

Mientras... el vapor de mis labios desaparece
y las sombras se vuelven sombras únicas.