Dios.
Muchos
tenemos nuestra propia heterodoxia.
Mi opinión es que existe un Dios dentro de
cada uno. Poderoso. Un Diós que nunca nos han ofrecido ver. Ese Dios que nos
permite ser humanos, por encima de todo. Quien nos induce a ser nosotros mismos,
a querernos, a perdonarnos, a aceptarnos, con toda la gama de colores posibles,
asumiendo que no somos perfectos; quien nos ayuda a ser felices, desde dentro, quien
goza con nuestro regocijo o quien intenta aminorar nuestro sufrimiento.
Él
Existe dentro, esperando a que le descubramos y le abracemos en total amor.
El mismo Dios que no interesa a los poderes
que reconozcamos. Si viviéramos todos en perfecta comunión con este Dios mío,
al que intento seguir conociendo, el mundo no sería manipulable. Los dejaríamos
sin recursos.
Se dieron cuenta, aquellos a los que
colocamos a la puerta de nuestros graneros. Fueron listos. Analizaron y
llegaron a la conclusión de que la mejor guerra ganada es aquella que se
emplaza dentro. Derrumbando a este Dios.
"Ellos" nos aportarían el
alimento necesario para darle entidad a otro Dios más interesante.
Me
gusta la historia, es el gran hermano fabuloso que se esconde en los libros.
Al principio los humanos fueron
reconociendo la magnificencia de la naturaleza, conviviendo en la perfecta
dualidad entre generosidad y dificultad. Supieron, nuestros ancestros, ver más
allá de ellos mismos y sentirse pequeños ante tanta grandiosidad. El ser
humano, por inercia, necesita esa grandiosidad, como camino para aunar a la
tribu, como perfecto puente; todos alrededor del fuego adorando lo mismo. Es eficaz.
Fuimos desprogresando, casi diría yo eso.
Porque pienso que jamás debió Dios utilizar su aguja mágica.
Digo esto señalando a otro Dios, este reside
fuera de nosotros, no como entidad divina, más bien como visitante interesado,
a nuestro planeta interesante. No lo digo yo, lo dice la Biblia, lo dice la
mitología.
¿De
verdad no nos planteamos por qué surge la mitología en muchas culturas? ¿De verdad
que no nos planteamos que mucho de lo que transmite la Biblia, lo transmiten
otras muchas culturas, apuntando las mismas épocas? Lo dice la Biblia, no yo.
Nos crea Dios a imagen y semejanza. venido
del cielo…
Retomo.
Es curioso, pero no todo el mundo sabe que
las tres religiones principales proceden del mismo árbol, de Abraham; que el
ser cristiano judío o musulmán, nos agrupa en un solo personaje, en una sola
autoridad discursiva.
Eso fue Abraham, una autoridad discursiva
de entre tantas otras que han ido transmitiendo, llamémoslo instrucciones
religiosas, pero que realmente son una
sucesión de ortodoxias, en un constante insistir en precuelas construidas sobre
heterodoxias hasta dar lugar al tronco común, de donde nacen el judaísmo, cristianismo
e Islam, para seguir el mismo protocolo hasta establecerse, tal como hoy están
constituidas, la entidad de cada religión.
Pero es más cercano llamarlas instrucciones cambiantes y progresivas, según la
cultura, el momento, la ciencia, la sabiduría, las necesidades, en fin, el
contexto histórico del momento en el que fueron aconteciendo.
Eso es la religión en sí, no hay más. Los
creyentes, como lo era mi madre, son personas adheridas al progresivo argumento
de autoridades discursivas, una tras otra, hasta llegar a nuestros días.
Un argumento en constante evolución, según el interés y la naturaleza del
pueblo.
¿Por qué el musulmán no debe comer cerdo?
Quizás porque Mahoma lo consideró perfecto en ese momento puntual, por enfermedad
del animal o falta de recursos.
¿Por
qué las fechas de las fiestas cristianas coinciden con las paganas? Porque las
minimiza y las condena al olvido.
¿Por qué más vírgenes que la virgen María? Si era la única, si era la Reina del Cielo,
qué curioso, del cielo. Y después el mundo se llena de vírgenes, quizás para asemejarse
a los creencias paganas y así introducir lo mismo pero bajo la tutela del cristianismo.
¿Por qué se obvia que Jesús son al menos
cinco personas distintas? Está constatado, no lo digo yo. Y es obvio, fueron
personas honestas a lo largo de la historia, que la autoridad discursiva (perdonar
que me reitere pero es como se les llama) del momento decidió aunar a todos en
un solo Jesús, porque era interesante.
¿Por
qué Constantino, que era arriano, se declaró cristiano, dirigiendo el Concilio
de Nicea, así de golpe? No sería que cambió porque la religión cristiana era
emergente e interesaba más que la religión propia.
Da
igual matices cuando de poder se trata.
El hacernos preguntas sería interminables,
una tras otra.
Pero ¿por
qué las instrucciones cambian? ¿por qué los hombres han
ido modificando la llamada palabra de Dios?
La religión es un proceso que toma
carácter de dogma. No es un planteamiento lúcido, se basa en la fe, y la fe es
confianza, ¿confianza en quienes? En los macabeos a quienes se les adjudica el
antiguo testamento que sanciona el papa Dámaso I, incluyendo los Deuterocanónicos, siete
libros que tanto judíos como protestantes impugnan por no considerarlos
ajustados a verdad, y 27 más llamados nuevo testamento. Esto ocurre en el año
382 de nuestra era.
Los cristianos se aferran a ello y a las
decisiones tomadas por los hombres en diferentes y sucesivos concilios, donde
se da forma al cristianismo tal como hoy se asume.
Si
somos capaces de analizar esto con perspectiva, se traduce y ajusta que el
cristiano basa su religión en la fe ciega, depositada en las autoridades
discursivas, sucesivas, a través del tiempo, que siempre han sido personas,
humanas, como todos. Nada divino en la progresión del cristianismo.
Personas creyentes, individuos entregados a lo
escrito donde interfiere una concatenación de circunstancias, criterios,
intereses recogidos y transmitidos por una autoridad, esa que ahora llamamos Vaticano.
Siempre han sido personas retransmitiendo. Y como personas, pueden llegar a
incurrir en toda clase de actitudes: errores, ambiciones, intereses,
manipulaciones.
¿Qué es el Vaticano? Son los representantes
del cristianismo.
En su haber, tanto que
decir, por apuntar alguna cosilla: la instigación a las guerras santas, las
cruzadas, comenzando el papa Urbano II, refrendándose en la frase de la biblia:
renuncia a ti mismo, coge tu cruz y sígueme. Suficiente. Bajo este precepto se
luchó contra todo aquel que no fuese cristiano, aliviando al pecador, concediéndoseles
indulgencia a aquellos que se hicieran asesinos en nombre de Dios. Uno de los
ejemplos más dramáticos, el genocidio de los cataros, que después de varios
siglos intentando su desaparición, el papa Inocencio VI (nombre poco ajustado a
su actitud) mandó matar a niños, mujeres, hombres, hasta acabar definitivamente
con todos y adueñarse de su patrimonio. Eran los parabienes de los genocidios.
También fue el Vaticano coautor de la eliminación de los Templarios, que
mantuvo a Jacques de Molay, último gran maestre, siete años bajo tremendas
torturas, inimaginables, obteniendo pingües resultados. La Santa Inquisición,
no hay palabras, erigiéndose en contra de todo aquel que no fuese cristiano,
claro que esto no sorprende, pero en contra también de los homosexuales, cuántos
muertos en su nombre, y en contra de toda aquella mujer que se erigiera
importante. ¿A cuántas mujeres principales no mató la inquisición por ser
simplemente inteligentes? Claro que ya lo dijo la Biblia, que la mujer debía
Someterse al hombre.
Cada uno que llegue a sus propias
conclusiones.
Sería
interminable nombrar cada vez que el vaticano se ha visto envuelto en guerras,
genocidios, asesinatos, y manipulaciones
sobre aquellos que se opusieran a su poder. Sería interminable escarbar
para hacer la lista completa de hasta donde pueden hoy estar implicados en los
desmanes de esta sociedad nuestra, por ejemplo, se me viene a la cabeza la
muerte de Juan Pablo I, o la manera con que se trata el tema del preservativo,
o la homosexualidad, o el hambre en el mundo, las guerras, las armas…
Pero
no importa, ahora imponen una nueva estrategia que se llama Francisco.
Ay, si
ya nos conocemos…
¿Cuánto se trama en nombre de Dios? Me da igual cómo se le llame.
¿Cuánto lo aprovechan los poderosos para
manejar a los hombres?
Concluyo, reiterándome, el peor asesinato
posible, es el que la religión intentan ejecutar dentro de nosotros mismos, aniquilando
a nuestro Dios interior y erigiéndose manejadores de aquellos a los que son
capaces de acceder.
Los poderosos pretenden que sigamos obviando
a nuestro Dios íntimo.
Y yo
me reitero, qué hubiese sido del mundo si este Dios, de dentro nuestro, hubiese
sido poderoso desde el principio. Aunando los preceptos de ese Jesús honesto,
que tanto han utilizado, y que hubiese fructificado junto a la lucidez, la solidaridad
y la empatía, queriendo al otro como a nosotros mismos.
¿Cómo hubiera sido el mundo?